Sin Richard Nuñez, que se resintió de su lesión muscular en el último entrenamiento, Rampla Juniors salió a la cancha a enfrentar a Racing con Lucero Álvarez en el arco; Maximiliano Pereiro, Javier Benia, Maximiliano Arias y Álvaro Alonso en defensa; Carlos Díaz, Marcelo Broli, Marcel Novick y Rafael García en el mediocampo; Matías Britos y Julián Lalinde en ofensiva. Todo lo que Jorge Giordano pudo haber planificado en las 2 semanas de receso se evaporó antes del minuto de juego. Jean Paul Barrientos tuvo todo el tiempo del mundo para parar la pelota dentro del área y sacar una potente volea que vulneró la resistencia de Lucero y puso el 1 a 0. En un partido donde era fundamental no perder, recibir un gol desde el vestuario podía ser un golpe muy duro para los rojiverdes.
Julián Lalinde tuvo el empate antes de cumplirse el segundo minuto, con un remate desde dentro del área que se desvió en un rival y se perdió al córner. Luego a los 14´, otra vez Lalinde en jugada individual exigió al fondo locatario, obligando a una buena atajada de Jorge Contreras contra el primer poste. Rampla buscaba tener la pelota pero le costaba mucho generar peligro, salvo por esas inspiraciones individuales del delantero floridense.
Por el otro lado, Racing aprovechaba la bajada en su favor y salía rapidísimo de contragolpe. Así llegó el 2 a 0 cuando apenas iban 15 minutos de juego. Líber Quiñonez aprovechó una desatención de la defensa picapiedra y sacó un fuerte remate que Lucero no pudo controlar, escurriéndose el balón hacia dentro del arco. Una acción desafortunada del arquero rojiverde que ponía el partido muy cuesta arriba y no sólo por la pendiente de la cancha.
Las circunstancias ameritaban un cambio y Giordano no dudó en mandar al colombiano Danilo Moreno Asprilla a la cancha en lugar de Rafael García. La variante se produjo a los 21 minutos. Rampla pasó del 4-4-2 a un 4-3-3. El veloz punta cafetero complicó a la retaguardia local, a pesar de que la mayoría de sus incursiones murieron en las manos del arquero Contreras, quien se aburrió de descolgar centros. Sobre los 28´ el entrenador rojiverde debió realizar otra sustitución, ya que se lesionó Maxi Pereiro y su lugar fue ocupado por Willington Techera. Cuando corrían 33 minutos los picapiedras recibirían otro cachetazo. Líber Quiñonez de tiro libre puso el 3 a 0, en una incidencia donde Lucero aún se estaba acomodando y de ahí que el guardameta ramplense protestara airosamente al juez Martín Vázquez que la pena fue ejecutada antes de tiempo.

Se venía la noche para Rampla, y no sólo porque los nubarrones oscurecían la visión del campo de juego de Sayago. Sin embargo, se encendería una ilusión a los 38 minutos cuando el colombiano Moreno Asprilla anotara el descuento. Luego de un córner despejado por la defensa local, Marcel Novick volvió a poner el balón en el área, Javier Benia la peinó y Moreno apareció solito por el segundo palo para definir cruzado ante la salida de Contreras. El gol mantenía a Rampla con vida y motivaba a los jugadores a no bajar los brazos.
Cuando terminaba el primer tiempo, se daría una incidencia que nos dejaría a todos especulando en la tribuna: ¿Qué hubiera pasado si Julián Lalinde convertía el 2-3 justo sobre el cierre de la mitad inicial? Luego de una notable combinación entre Techera y Moreno por derecha, Willy metió el balón al medio, Lalinde aguantó la embestida del zaguero, giró y cuando remató Contreras le ahogó el disparo, salvando su valla.
Comenzó el complemento, otra vez bajo una fuerte lluvia. Con la bajada a favor, Rampla se jugaría al todo o nada buscando descontar, dejando amplios espacios para el contragolpe local. A los 5 minutos se dio otra incidencia capital para Racing. Álvaro Alonso derribó a Aníbal Hernández y Martín Vazquez sancionó penal. Lucero Álvarez se redimió de su error en el segundo gol y atajó la pena máxima ejecutada por Líber Quiñonez. Rampla seguía con vida. Con mucha entrega, especialmente de Maximiliano Arias y Carlitos Díaz, los rojiverdes metieron a los de Sayago dentro de su área. El tema es que no había claridad para generar las ofensivas, los centros siempre morían en las manos de Contreras o en la cabeza de alguno de los altos zagueros locales. Incluso en varias ocasiones en que un remate de media distancia era una buena opción, los picapiedras insistían con centros y más centros. Una de las pocas excepciones fue un intento del colombiano Moreno a los 20 minutos, esquinado contra el palo pero con poca potencia, que Contreras atajó cuando todos la veíamos adentro.

Hasta que llegó el golazo de Maxi Arias, que hizo lo que sólo el colombiano había intentado: tomar un rebote y pegarle directo al arco. Un fenomenal zurdazo del zaguero se metió abajo contra el palo y puso a Rampla a tiro del empate, cuando corrían 34 minutos. Ya con Maximiliano Brito en la cancha, suplantando a Álvaro Alonso, los rojiverdes acumularon mucha gente en el área rival, pero con la misma receta, el centro desde cualquier sector de la cancha.
Si bien Racing contó con varios contragolpes en superioridad numérica que sus futbolistas no supieron definir, Rampla bien pudo lograr el empate. A los 40´ fue expulsado Marcelo “Pato” Sosa en los locales, por doble amarilla, y ahí definitivamente los de Sayago se refugiaron todos dentro de su área. Un minuto después, Brito ganó en el área y sacó un cabezazo en caída que Contreras sacó al córner. Desde ese tiro de esquina, llegó otro golpe de cabeza, esta vez de Matías Britos, que el defensa Gonzalo Aguilar despejó desde la línea de gol también con su cabeza. Los minutos finales se perdieron entre faltas generadas por los jugadores de Racing, aprovechando la impotencia de los rojiverdes, y balones que demoraban mucho en volver al campo.
Martín Vázquez pitó el final y la parcialidad de Rampla, que otra vez y pese a los malos resultados acompañó en gran número, se tuvo que ir masticando la bronca y con la preocupación de que faltando 2 fechas para el final de la temporada, su equipo sigue sufriendo para mantener la categoría. Algo realmente insólito, teniendo en cuenta que Rampla arrancó el Campeonato Uruguayo con una gran diferencia de puntos, que se fue perdiendo fecha tras fecha producto de la pésima campaña realizada por los dirigidos por Jorge Giordano.
Por Marcelo Baruffaldi – mbaruffaldi@ramplajuniors.com