Un gran marco de público acompañó a Rampla en el Estadio Olímpico, pese al frío intenso que se vivió en la bahía de Montevideo. El encuentro era vital para asegurar la permanencia en la categoría y no tener que sufrir hasta la última fecha, como el año pasado. Lamentablemente, los dirigidos por Jorge Giordano volvieron a jugar mal y a dejar puntos por el camino. En la recta final del certamen, cuando los puntos más duelen, los rojiverdes apenas han sumado 1 unidad de las últimas 12 en disputa. Si la situación no es más agónica aún, es porque Central Español también ha dejado varios puntos por el camino. Justamente, en esta penúltima fecha, una nueva derrota de los palermitanos consolidaba a los picapiedras en Primera Divisón, pero el empate en la hora ante Peñarol, postergó la definición una semana más.
Otra vez sin Richard Nuñez
El jugador más desnivelante que ha tenido Rampla en este torneo, es quien más ha estado ausente. Luego de entrenar con normalidad durante el receso, Núñez se resintió de su lesión en la última práctica y no jugó contra Racing. Frente a Danubio, si bien se lo anunciaba como titular, otra vez tuvo que ver el partido desde la tribuna. Esto permitió el regreso a la oncena inicial del colombiano Danilo Moreno Asprilla, quien terminaría siendo la figura de Rampla.

El equipo picapiedra formó con Lucero Álvarez en el arco; Maximiliano Pereiro, Javier Benia, Maximiliano Arias y Sebastián Merlo en defensa; Carlos Díaz, Marcelo Broli y Marcel Novick en el mediocampo; Danilo Moreno, Julián Lalinde y Matías Britos en ofensiva.
El primer tiempo fue bastante entrecortado y el juego debió detenerse varias veces para posibilitar el ingreso de la sanidad de ambos equipos. Rampla avanzaba con pelota dominada y muchos toques cortos. El problema es que lo hacía de forma muy predecible, salvo cuando el balón caía en los pies del colombiano Moreno, quien con sus amagues y sus gambetas fue una pesadilla para sus marcadores. De varios de sus desbordes por derecha surgieron las mejores jugadas de los picapiedras. La más clara se dio a los 32 minutos, cuando el centro de Moreno fue rechazado por la defensa danubiana y el rebote lo tomó Carlos Díaz, quien sacó una buena volea con pierna zurda que el arquero Goicochea sacó de palomita al córner.

Danubio era todo lo contrario. Pasaba rápidamente de defensa a ataque, y avanzaba en forma vertiginosa, a pura velocidad, con el “Chino” Recoba metiendo pases en profundidad, y llegando por los costados, especialmente por la banda izquierda. Un intento de Pablo Miguez de puntín y un cabezazo de Diego Perrone obligaron a buenas intervenciones de Lucero Álvarez. De todos modos, quizás la más clara fue un fuerte remate de Recoba que picó mal y rebotó en el hombro de Lucero.
Rampla intentó con alguna jugada de pelota quieta, pero la buena estatura de los jugadores danubianos hacía casi imposible la tarea.
Con este trámite parejo y un resultado parcial acorde a lo mostrado por ambos, el juez Fernando Cabrera dio por finalizada la mitad inicial, sin descontar ningún minuto, pese a que se perdieron por lo menos 5 minutos en recuperar a futbolistas sentidos.

Rampla volvió al campo sin cambios y con la misma receta: buscar al colombiano Moreno y esperar que sus gambetas perforaran la última línea danubiana. Mientras tanto, Julián Lalinde se debatía con los zagueros rivales y Britos trataba de bajar a buscar la pelota ya que pocas veces le llegó en buena forma. A los 5 minutos se produjo una incidencia polémica, donde Cabrera no vio penal sobre Moreno pese a que el colombiano fue tocado por un defensa rival apenas dentro del área. Si bien es posible que el cafetero haya exagerado la caída, el contacto existió y penales de esos en contra de Rampla, hemos visto unos cuantos. A los 12´ otra vez Cabrera se equivocaría, perjudicando a los rojiverdes. Tras un pelotazo largo de Merlo, el colombiano Moreno corrió y le ganó la posición a su marcador, pero fue derribado al borde del área cuando se iba solo frente al arquero. Cabrera sancionó la falta y mostró tarjeta amarilla, cuando claramente era roja. Tampoco podemos dejar pasar el hecho de que Fernando Cabrera ha tenido reiteradas malas actuaciones dirigiendo a los picapiedras, especialmente el año pasado cuando a instancias del línea Marcelo Costa sancionó un inexistente penal a favor de Cerrito en el último minuto, provocando un empate que al final dejaría a Rampla afuera de la Copa Sudamericana.
Todos con la calculadora
Lo de Rampla era mucho empuje pero poca gravitación. El negocio era buscar al colombiano, ahí estaba la clave. A los 16 minutos, otra vez Moreno escapó de su marcador, y metió un buscapié al medio que un defensa despejó justo cuando arremetía Britos. Del otro lado, Lucero Álvarez salvaba varias veces su valla, ya que los volantes rojiverdes estaban notoriamente cansados y cada contragolpe danubiano era medio gol.
A todo esto, Central Español seguía ganándole a Peñarol y Racing a Tacuarembó, quedando Rampla apenas 1 punto por encima de los palermitanos, por lo que el empate con Danubio era un muy mal negocio.
A los 30´ Giordano mandó a la cancha a Paul Dzeruvs y sacó a Sebastián Merlo, pasando a jugar con línea de tres y colocando un delantero más para buscar la victoria.
Un cabezazo del colombiano tras centro de Broli a los 32´ pasó cerca del palo y esa sería la última llegada de los rojiverdes, porque de ahí al final la situación en la tabla cambiaría notoriamente. Peñarol daba vuelta el resultado en el Centenario, y el empate con Danubio alcanzaba para mantener la categoría. Giordano también lo sabía, y por eso mandó a Rafael García a la cancha, sacando a Julián Lalinde, para recomponer el aspecto defensivo y tratar de asegurar el punto.

Los minutos finales, Rampla se ocupó de tocar la pelota y hacer pasar los minutos, como si el partido de Central ya hubiera terminado. Danubio tampoco proponía mucho, como resignándose a llevarse un empate en un campo que históricamente le ha sido muy adverso. Todo iba viento en popa, hasta que pasó algo que perfectamente podía suceder: un gol de Central Español. Matías Vecino, el mismo que a todos nos dio la gran alegría de clasificar a la selección uruguaya a los Juegos Olímpicos, nos dejó a los ramplenses con la preocupación latente.
Ahora habrá que esperar una semana más y otra vez, como el año pasado y como tantas veces, Rampla se jugará la permanencia en Primera Divisón en la última fecha. Deberá visitar a Nacional en el Parque Central y obtener al menos un empate para evitar un desempate con Central Español, o esperar que los palermitanos no le ganen a Danubio.
Increíble pero cierto, este picapiedra que comenzó la temporada con 9 equipos por debajo en la tabla del descenso, tendrá que confirmar su permanencia en el círculo de privilegio a último momento, debiendo conformarse con esto, cuando el objetivo en realidad, era pelear una copa internacional. Pase lo que pase, los ramplenses no tenemos nada que festejar, esperemos que tampoco tengamos nada que lamentar.
Por Marcelo Baruffaldi - mbaruffaldi@ramplajuniors.com