Vamos a volver

 

Fue uno de los días más tristes en la historia de Rampla Juniors. No solo porque nuestro querido club perdió la categoría, sino por la forma en que esto sucedió. Tras el empate de Fénix con Rentistas, los rojiverdes dependían de sí mismos para quedarse en el círculo de privilegio. Para eso debían derrotar a los aurinegros y luego vencer a los de Capurro en el Estadio Olímpico. Si bien no era fácil, ya que Peñarol es un equipo con excelentes jugadores y que jugaban sin presión alguna, nadie esperaba un desenlace como el que finalmente ocurrió. La ilusión inicial, rápidamente se transformó en una enorme decepción.

Fue una presentación lamentable de Rampla, y sin dudas la peor forma de perder la categoría. Desde el principio, desde la fijación del partido, desde la maniobra de allegados a Peñarol en la AUF para no jugar en Trinidad, reconocida por los periodistas especializados pero increíblemente negada por la Comisión Directiva de Rampla (salvo por el delegado Dr. Ignacio Durán, quien dejó constancia de su postura en un comunicado que publicamos oportunamente).

Así empezamos a perder el partido ya antes de jugarlo. Después, de lo que pasó en la cancha, no se puede decir mucho. Peñarol lo jugó como una práctica y Rampla, que debía jugarlo como una final, no lo hizo así. Faltó carácter, personalidad, roce. Bien se podría decir que faltó pegar un par de patadas (aunque nos tilden de anti-fútbol), porque incluso el propio Maestro Tabárez habla del Fair Play y la corrección de la selección uruguaya, pero cuando Lugano te tiene que "comer" los tobillos, vaya si lo hace.

A los 15´ ya ganaba el manya tras un desborde de Mora y posterior cabezazo de Aguiar. Techera perdió la marca del que envió el centro y en el corazón del área nadie ni siquiera desacomodó al cabeceador. Sobre los 21´ llegó el segundo, tras un pase en profundidad a Zalayeta, que pico totalmente solo y cedió el tanto a Mora ante la salida desesperada de Bernardo Long. De inmediato Rampla descontó con una notable definición de Maximiliano Brito por encima del arquero.

Parecía que el picapiedra se despertaba de su letargo, pero no fue así. Cuando corrían 26 minutos, Zalayeta le ganó la espalda a Perujo y definió con poco ángulo, abajo al segundo palo de Long. Ahí ya se veía que a los aurinegros les salían todas y que la defensa de Rampla no paraba a nadie. Sobre los 35´ otra vez Zalayeta corrió solo hacia el arco (si, Zalayeta, uno de los jugadores más lentos del fútbol uruguayo, fue más rápido que toda la defensa de Rampla), definiendo tras eludir a Long que casi le saca el balón de los pies. Ese cuarto gol aurinegro sentenció el partido y transformó el Segundo Tiempo en un martirio para jugadores e hinchas picapiedras.

Llegaron rápidamente 3 goles más para Peñarol, que marcaban el lapidario 7 a 1 cuando apenas iban 17 minutos del complemento. Los carboneros, conformes con sacarse la bronca de la derrota clásica a fuerza de goles, afortunadamente aflojaron el ritmo y no sumaron más tantos. Rampla pudo lograr algún descuento con un remate de Richard Núñez que se fue por arriba del palo y un par de intentos de Moreno Asprilla que el colombiano no pudo definir bien.

Así llego el pitazo final del árbitro y se confirmó que Rampla Juniors jugará la próxima temporada en Segunda División. Está claro que este desenlace no es producto de este partido, sino de 2 años igualmente muy malos. Si bien está la sensación de que la temporada pasada fue peor, lo cierto es que los números dicen que Rampla sumó la misma cantidad de puntos que en el presente Campeonato Uruguayo: 31.

La diferencia es que esta temporada hubieron varios equipos que tuvieron actuaciones peores que las del picapiedra (Cerrito, Rentistas, Fénix, Bella Vista e incluso Racing) y eso le permitió a Rampla llegar con vida hasta estas instancias, pese a tener también un mal desempeño durante este último año. Muchos pensábamos que para salvarnos había que pelear arriba en la Tabla Anual y finalmente quedó demostrado que no era tan difícil, que alcanzaba con ganar apenas 2 partidos.

Ya habrá tiempo para el análisis, para ver las cosas que se hicieron mal en estos 2 últimos años y sacar conclusiones que nos eviten cometer los mismos errores. Lo que no puede esperar es el proceso hacia el retorno a Primera División. Ya mismo hay que empezar a trabajar en esa dirección. Ya. No cuando termine el partido con Fénix. Hoy mismo. Que vamos a volver, a nadie le cabe duda. Pero hay que hacerlo lo antes posible, para que festejemos los 100 años de Rampla Juniors en el lugar que nos corresponde: la Primera División del Fútbol Uruguayo.

Por Marcelo Baruffaldi - mbaruffaldi@ramplajuniors.com 

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