Hace 23 años que Rampla no le gana a Defensor Sporting por el Campeonato Uruguayo y últimamente, cada visita al Estadio Franzini parece que es derrota segura. Ni siquiera aquel Rampla del “Ronco” López pudo llevarse un punto del Parque Rodó, ya que cayó 2-1 con un gol en los descuentos. En esta oportunidad, con los violetas buscando recuperarse de la eliminación en la Copa Sudamericana y con los rojiverdes últimos en la tabla, sin haber ganado en sus 8 encuentros previos, las chances de lograr un triunfo parecían ser aún más reducidas. A pesar de todo, se registró una buena concurrencia de la parcialidad picapiedra, siempre presente incluso en las peores campañas, con una ilusión que trasciende lo racional. Ilusión que se aferraba a la vuelta al equipo titular de Richard Nuñez, y al intento de Jorge Giordano por mantener la base del once inicial para lograr una cierta regularidad. Ilusión sostenida porque los partidos hay que jugarlos y todo puede pasar dentro del campo de juego.
Siempre Rampla Juniors adelante
Esta frase, entonada en el himno de Rampla, nos sirve para ilustrar también la tónica de los últimos enfrentamientos contra Defensor en el Franzini, porque los picapiedras siempre comienzan ganando. Tras un primer tiempo parejo, con muchos intentos en el medio del campo pero poca profundidad en ambos equipos, Rampla encontró el gol en los pies de Matías Britos. Fue tras una jugada media entreverada, donde una pifia de Marcelo Broli sirvió de pase gol, y Britos la aprovechó con un zurdazo esquinado y fuerte, venciendo a Martín Silva.
Matías, que fue otra vez el mejor de Rampla, el que más quiso y el que más complicó a sus rivales, casi anota el segundo en la hora del primer tiempo, cuando tomó un rebote esta vez de derecha y obligó a una notable intervención de Silva. Era el 2-0 y seguramente hubiera cambiado el curso de los acontecimientos.
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En las malas mucho más ... la hinchada de Rampla siempre presente.
Se vino la bajadita
Segundo tiempo, cambio de lados y hablando de historias repetidas, cuesta creer como siempre Defensor se aprovecha de la bajada, particularmente de la punta derecha de su ataque, para hacer estragos en las defensas de Rampla. Todos los partidos pasa lo mismo, y nunca le encontramos la solución. Hasta en aquel partido al cual hicimos referencia con el Ronco López dirigiendo, el gol del triunfo de Defensor surge de un desborde por ese lado. En esta oportunidad, Giordano tampoco hizo nada para evitarlo, porque que se veía venir el gol por esa punta, se veía venir. Lo veíamos todos. El ingresado Luna complicaba con su velocidad y gambeta, y ni Lapolla ni Moiraghi podían contenerlo. Giordano recién reaccionó, sacando a Lapolla y pasando a jugar con línea de 4, cuando Defensor ya estaba 2-1 en ventaja.
El empate lo anotó el propio Luna a los 8´, tras entrar solito al área y convertir en su segundo intento al arco, luego de picar a espaldas de Moiraghi, con Lapolla lejos de la jugada. El segundo fue una carambola, un remate de Sebastián Suarez que pegó en el palo, pegó en Lucero Álvarez y aparentemente traspasó la línea de gol. La jugada se había iniciado, obviamente, por la punta derecha del ataque violeta.
Querer no siempre es poder
La entrega y el amor propio mostrado por nuestros futbolistas no está en tela de juicio. Pusieron su mejor empeño para remontar el resultado, y comenzaron a dominar las acciones, pero con muchas dificultades para generar juego. Lo intentó Richard Nuñez con remates de media distancia, lo buscaron Willington Techera y Matías Britos juntándose por derecha, en una jugada en la que la pelota cruzó toda la línea y a Britos le faltaron milímetros para puntear la pelota hacia el arco.
Luego las lesiones provocaron cambios obligados. El ingresado Peter Vera debió salir, dejando su lugar a Maximiliano Brito, y luego Marcel Novick abandonó el campo, también lesionado, ingresando Rafael García.
Sobre el final, Defensor liquidó el pleito, aprovechando la desesperación picapiedra y la merma de los de la villa en el aspecto físico. Mora puso el 3-1 a los 40´ y en lo hora, Ignacio Risso transformó el gol un tiro penal, que fue afrontado por Néstor Moiraghi ya que Lucero Álvarez fue expulsado en la incidencia y no quedaban más cambios.
Crónica de una derrota anunciada
Terminó el partido, con un resultado quizás demasiado abultado, pero justo por el poderío de un equipo y otro, y por la actualidad deportiva e institucional de ambos. Los picapiedras seguimos penando por la incómoda posición en la tabla, pero sigue doliendo mucho más el triunfo que se escapó en el último minuto contra Central Español, que la derrota ante los violestas.
El próximo rival es Miramar Misiones, el benjamín que menos puntos ha sumado, y que ya a esta altura, un rival directo de Rampla en la lucha por la permanencia. Parece mentira que luego de la soberbia campaña de la temporada 2009-2010, hoy tengamos que mirar la tabla del descenso, pero es la realidad y ya no hay tiempo de lamentos, hay que empezar a ganar y un triunfo ante los cebritas es impostergable.
Por Marcelo Baruffaldi – mbaruffaldi@ramplajuniors.com
Fotos: Gonzalo Da Rosa.